- Lo malo: Hoy no será recordado en ningún acto oficial.
- Lo bueno: Siempre se podrá seguir disfrutando de sus obras.
Como es el caso de este pequeño fragmento con el que comienza la obra "Platero y yo" y, con el que muchos se sentirán identificados, ya que a todos los estudiantes nos lo han hecho memorizar en alguna ocasión:
"Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro."